“O cambias de hábitos o deberás retirarte” lo que escuchó Messi de su doctor

«O cambias de hábitos o deberás retirarte». Contundente mensaje tras su lesiones musculares en el muslo.

Leo Messi tuvo que abandonar la concentración de Argentina tras sentir unas molestias durante el partido del pasado viernes ante Venezuela. El rosarino padece una «reagudización de dolor pubiano bilateral», según reza el parte médico de la albiceste. Unas molestias musculares que humanizan al crack azulgrana, al que un cambio de hábitos recondujeron su carrera y le rehabilitaron para el fútbol en el momento más crítico de su trayectoria. Fue Pep Guardiola el que le tuteló y le impuso un nutricionista que le abogó a consumir una dieta equilibrada, dejando los filetes a la milanesa que consumía habitualmente. «He comido mal durante muchos años. Con 22 y 23 años, comía chocolate, alfajores, gaseosa… ahora como bien, carne, pescado y verduras. De todo, pero ordenado y bien. Noté mucho el cambio sobre todo en el tema del vómito, pues se dijeron muchas cosas que podían ser, pero al final me acomodé y no pasó más», ha reconocido recientemente.

El bíceps femoral

Su talón de Aquiles siempre fue el bíceps femoral. En marzo del 2006 sufrió la primera lesión seria en el músculo del muslo. Fue en el derecho ante el Chelsea y se perdió lo que restaba de temporada, final de Champions ante el Arsenal incluida. Pero las alarmas saltaron dos años después, cuando a final de 2007 y en marzo de 2008 tuvo sendas lesiones musculares en el bíceps femoral de su pierna izquierda. La primera contra el Valencia y la segunda contra el Celtic en Champions League recordada por salir entre lágrimas de la cancha.

«Leo, como te vuelvas a romper el bíceps femoral de tu zurda se te habrá acabado el fútbol. Deberás retirarte», le soltó el médico con la ecografía aún en la mano. «Debes poner remedio, tienes que cambiar de hábitos para prevenir estas lesiones musculares. Tienes un gran futuro por delante pero si sigues así se acabará tu carrera», le soltó crudamente. Aún no había cumplido los 21 años y su carrera estaba empezando pero se vislumbraba su potencial. El argentino le puso remedio.

Desde entonces, Messi no ha sufrido graves lesiones musculares, salvo la de noviembre 2013, ante el Betis, de nuevo en su bíceps femoral de la pierna izquierda, aunque no tuvo graves consecuencias. Leo viajó a Argentina en diciembre a terminar su recuperación y volvió en enero del 2014 a jugar. Cada vez más convencido de la importancia de la alimentación, el rosarino decidió dar un paso más tras la debacle de Argentina en el Mundial de Brasil 2014. Messi se puso en las manos de Giuliano Poser, doctor italiano especializado en nutrición en el deporte, que siguiendo los principios de la kinesiología habría también ayudado al argentino a superar sus problemas musculares.

El resultado es obvio. El aviso del doctor dio resultado. Lo que no ha podido evitar son los golpes y las fracturas, como la de esta temporada en la que se fracturó el radio en una mala caída y que le privaron de disputar cinco encuentros. Desde que Messi debutó en el Barcelona ha sufrido 18 lesiones que le han impedido disputar 85 encuentros, de los que el equipo azulgrana ha perdido 15 y ha empatado 18. reseña ABC

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