La secuestró, abusó de ella y la obligó a leer la Biblia

Este miércoles Víctor Peña, de 38 años, se declaró inocente de secuestro y 10 cargos de violación agravada contra una mujer de 23 años en Charlestown, Massachusetts, pese a que fue encontrada en su departamento.

Durante el proceso legal en el Tribunal Superior de Suffolk surgieron nuevos detalles que lo acusaron de violar repetidamente a la mujer, obligándola a leer en voz alta una biblia en español y alimentándola únicamente con piña en conserva, informó NBC News .

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La policía encontró a la víctima viva dentro del apartamento de Peña en Charlestown, Massachusetts, el 22 de enero, tres días antes la víctima había acudido a un bar con su hermana y algunas amigas cuando Peña la sacó con engaños del lugar y la llevó a su apartamento.

La mujer dijo que se despertó al día siguiente en un colchón en el sucio apartamento de Peña, según los fiscales.

La mujer declaró a un detective que “estaba retenida en contra de su voluntad” y que Peña tomó su teléfono y “se negó a dejarla salir del apartamento todo el tiempo que estuvo allí”.

Ahora se reveló que Peña supuestamente le dijo a la mujer que él la estaba salvando de la calle y que los dos iban a formar una familia juntos.

Los fiscales dijeron que Peña además le ofreció a la mujer fideos ramen, pero ella no podía comerla porque tiene intolerancia al trigo, por lo que sólo comía piña enlatada, además que la obligaba a beber whisky.

También se reveló que la mujer se ofreció a ayudar a limpiar el apartamento de Peña como una forma de encontrar un escape. Los fiscales dijeron que temía hacer un movimiento contra Peña por temor a perder la oportunidad de recuperar su libertad.

La otra versión del hermano del secuestrador

El hermano mayor de Peña, José, le dijo al Boston Globe que su hermano tiene problemas mentales como resultado de un procedimiento médico que se le realizó a los siete años, durante los cuales su cerebro fue privado de oxígeno.

José dijo que basándose en la versión de los acontecimientos de su hermano, que dijo en una llamada telefónica desde la cárcel, que según Peña no secuestró a la mujer.

El periódico informó que Peña le dijo a su hermano mayor que conoció a la mujer de 23 años el 19 de enero, y que ella lo acompañó voluntariamente y pasó la noche en su casa.

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A la mañana siguiente, la víctima supuestamente le dijo a Peña que temía que su padre se enojara con ella por lo que decidió quedarse en su apartamento y que incluso se ofreció a limpiarlo.

El periódico también informó que Peña no tiene trabajo y vive de los pagos de la Seguridad Social porque tiene una discapacidad mental.

Peña tiene un hijo de una relación anterior, pero no ha jugado ningún papel en su educación, según la madre del niño, quien le dijo al Globe, que el padre de su hijo nunca había sido violento.

La evidencia

Antes de ser secuestrada, la víctima fue vista por última vez cerca del bar de Hennessy en Boston alrededor de las 11 de la noche del 19 de enero, donde había estado con su familia y amigos.

La policía explicó que las imágenes de vigilancia capturaron a Peña cuando retenía a la mujer más tarde esa noche, y dicen que estaba claro que “ella no estuvo de acuerdo” por el forcejeo de su parte.

La policía localizó a la mujer y a Peña en el barrio de Charlestown de la ciudad el 22 de enero, luego de verla en las imágenes de vigilancia en el metro, además de triangular el GPS de su teléfono celular.

Cuando visitaron su casa, Peña solo respondió después de que un cerrajero comenzó a perforar agujeros en la puerta, informó ABC .

En ese momento, se dice que Peña le devolvió el teléfono a la mujer y le dijo que le enviara un mensaje de texto diciendo que estaba bien.

Pena tiene un historial de roces con la ley que se remonta a 15 años atrás, según los informes. En 2009, una mujer presentó una denuncia ante la policía alegando que Peña la estaba acosando en el sistema de metro y tren ligero de Boston.

Por su parte, otras dos mujeres también se quejaron del comportamiento de Peña, informó WCVB-TV, pero nunca se presentaron cargos.

La psicóloga de la corte Jodie Shapiro, quien examinó a Peña después de su arresto, le dijo al juez que el sospechoso actuó de una manera “extraña” durante su entrevista, que incluía chuparse el pulgar y orar por el perdón.

Shapiro dijo que Peña le dijo que tenía pensamientos paranoicos y que escuchaba voces, y supuestamente no entendía lo que estaba sucediendo.

La psicóloga dijo que si bien Peña parecía mostrar signos de enfermedad mental, ella sugirió que era posible que estuviera fingiendo algunos de los síntomas.

FUENTE:  Infobae

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