Empresas chinas pagaron 176 millones en sobornos para lograr contratos en Venezuela

Un “mega contrato” firmado entre Venezuela y China en 2010 se trataría de un inmenso proyecto de corrupción y blanqueo de capitales en el que la figura protagonista sería el empresario venezolano y primo de Rafael Ramírez, Diego Salazar.

Solo en concepto de sobornos, las empresas chinas que recibían adjudicaciones de proyectos en Venezuela llegaron a pagar 176 millones de dólares.

El mencionado documento fue denominado, en una investigación de El País, como “El Gran Volumen” por las sumas millonarias que se manejaron en su ejecución y que incluyeron enormes sobornos para Salazar y sus colaboradores, a cambio de concesiones para participar en proyectos venezolanos, usualmente relacionados con infraestuctura.

El contrato manejó unos 20.000 millones de dólares por concepto de varios proyectos de construcción. Adicionalmente, Highland Assets, empresa tras la que se ocultaba Salazar y otro colaborador, recibiría 10% neto del volumen de negocio de la empresa asiática Camc Engineering.

Highland Assets fue constituida, junto con otras empresas, en Panamá y poseía una cuenta en la Banca Privada de Andorra (BPA), un pequeño paraíso fiscal para que funcionara el entramado.

En ese sentido, por cada obra que ejecutaban o conseguían los chinos, Salazar recibía montos exorbitantes en sus cuentas andorranas, el primero de ellos fue de 31 millones de euros por “asesoría integral para la ejecución del proyecto de construcción de la planta termoeléctrica El Vigía”.

“Por cada obra adjudicaba, llegaba a la cuenta andorrana un nuevo pago. Un millón de dólares (882.591 euros) por el proyecto del delta del Orinoco; 400.000 dólares (353.072 euros) por el del río Guarico; 600.000 (529.610 euros) y un millón de dólares (882.591 euros) por el del rio Orinoco; tres millones (2,6 euros) por los proyectos de Fábrica, Tiznado, Piritu Becerrra, Delta Orinoco y Guarico. Entre 2011 y 2012, el chorreo de millones no paró. Y sumó 106 millones de dólares (93,5 de euros)”, detalla la investigación de El País.

Sin embargo, estas no son las únicas obras en las que corporaciones asiáticas disfrutaron de adjudicaciones: también participaron en la fabricación de autobuses Yutong, en el desarrollo del proyecto Agrícola Integral Pajuey y Santo Domingo Llano Alto, entre otros.

Con información de El País

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