La crisis golpea el entusiasmo de los fanáticos venezolanos al fútbol

Vintinto en las gradas |Foto archivo

Vintinto en las gradas |Foto archivo

Jeyson Cárdenas regresó a Caracas hace un mes para retomar sus estudios universitarios, pero no deja de lamentar no estar en su natal San Cristóbal, donde el pasado semestre asistió con regularidad al Polideportivo de Pueblo Nuevo para aupar a su Táchira, uno de los clubes más populares del país.

A Pueblo Nuevo, conocido como “El Templo” del fútbol venezolano, Cárdenas ingresaba cada 15 días casi sin poner en riesgo su presupuesto juvenil, gracias a la política de bajos precios que la directiva del equipo Atigrado implementó en un intento por ocupar los más de 39.000 asientos del estadio.

El recinto, que albergó partidos de la Copa América que se disputó en el país en 2007, será la sede del choque por la decimoquinta jornada de las eliminatorias suramericanas entre Venezuela y Colombia, en otra edición de un duelo que siempre despierta entusiasmo entre los seguidores de ambas selecciones.

Pero, acostumbrados a pagar montos simbólicos, ahora los fanáticos tachirenses se topan con una realidad que ya les ha golpeado en otros ámbitos de la maltrecha economía del país caribeño: el alza de precios.

Desde 25.000 hasta 550.000 bolívares

Los organizadores del choque anunciaron que los boletos serán vendidos en un rango que pasa desde 25.000 hasta 550.000 bolívares y que se corresponden con los gastos que genera levantar un evento de tal magnitud. Este último número representa 5,6 veces el salario mínimo en el país, que fue elevado en 50 % por el ejecutivo venezolano en julio pasado, y quedó establecido en 97.531 bolívares, o casi 33 dólares a la tasa de cambio oficial más alta.

“Incluso el boleto de 25.000 bolívares es mucho dinero para como están las cosas en el país, va a ser un sacrificio ir al partido”, dijo Cárdenas a Efe.

El estudiante de contaduría de 21 años indicó que no podría asegurar su asistencia al partido, incluso si aún residiera en San Cristóbal. Además, auguró que con estos precios los fanáticos de la visita serán mayoría el próximo 31 de agosto. “No me extrañaría que haya más colombianos que venezolanos en el estadio”, señaló.

Jhonny Suárez, uno de los organizadores del compromiso, informó que se ha “garantizado” el paso fronterizo de los ciudadanos colombianos a través de la ciudad de Cúcuta. La misma preocupación de Cárdenas embarga al seguidor de la Vinotinto Manuel Marcano, quien considera “exagerados” los precios anunciados. “Es muy difícil escoger entre llevar comida a la casa o ir al partido”, dijo el trabajador gubernamental a Efe.

Marcano, de 30 años de edad, trabajó un lustro en una empresa que colocaba vallas publicitarias en el Estadio Olímpico de Caracas, y en una ocasión hizo lo propio en Pueblo Nuevo, un recinto que le pareció “inmejorable”.

Panorama de la Vinotinto

Con todo, durante ese tiempo jamás vio precios tan altos. Contra el apoyo que esperan recibir los dirigidos por el seleccionador Rafael Dudamel conspira también la mala posición de Venezuela en la tabla, ya eliminada y última con apenas 6 puntos de 42 posibles. “Si Venezuela estuviera en una mejor posición quizás mucha gente haría un esfuerzo”, agregó Marcano.

En la fecha 16, Venezuela visitará a la Argentina de Lionel Messi, mientras que Colombia hará lo propio contra Brasil. En tanto, Colombia es segunda solo por detrás del líder Brasil, pero con apenas dos unidades de ventaja sobre el quinto puesto que ocupa Argentina.

Por su parte, los fanáticos de los cafeteros también tienen sus preocupaciones, pero pasan más por saber si las estrellas del equipo de José Pekerman como James Rodríguez, hoy en duda por lesión, podrán llegar al partido, vital para las aspiraciones neogranadinas.


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