¡PDVSA corrupta! Revelan el “mega guiso” que mantenía el ‘Zar de la Faja’ junto a otros rojitos

Pedro León Rodríguez, el "Zar de la Faja" | Foto: Comuna Socialista

Pedro León Rodríguez, el “Zar de la Faja” | Foto: Comuna Socialista

El estado de corrupción institucionales de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) es reflejo de la quiebra económica y moral del país.

Otro caso de desfalco es el del ex directivo Pedro León Rodríguez, ahora prófugo de la justicia; el cual revela una inmensa maraña de estafas realizadas en contra del país, junto con otros altos “rojos”. La corrupción se extiende incluso desde cuando Hugo Chávez estaba en el poder.

Así lo revela un artículo del portal Aporrea firmado por Javier Antonio Vivas. “Los corruptos de Pdvsa” señala que Rodríguez, conocido como el “Zar de la Faja”, movía las fichas en las labores de perforación, explotación y producción petrolera, y se asociaba con las mafias de Wilmer Ruperti.

Junto a el “Zar” trabajaban otros altos del chavismo como el gobernador de Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa, con quien organizaba “bochornosas presentaciones con orgías de whisky, alcohol, drogas y sexo, deleitados por artistas internacionales pagados en dólares, bajo la firma de la empresa de eventos y protocolo”, propiedad de la esposa del primero de los representantes del pueblo”.

A continuación, el texto íntegro:

La corrupción por la que atraviesa Petróleos de Venezuela, sociedad anónima, (Pdvsa), es el signo evidente de la quiebra económica, moral e institucional del país. Los últimos casos que han salido a la luz pública, encabezados por un ex – directivo de la estatal petrolera, Pedro León Rodríguez, ahora prófugo de la justicia, era vox populi sobre las gigantescas estafas que realizaba en contra del país, incluso desde cuando Hugo Chávez estaba en el poder.

En efecto, Pedro León Rodríguez era el “community manager” que movía todas las fichas del tablero no sólo en relación con las labores que se efectuaban de perforación, explotación y producción petrolera, sino que además ordenaba en asociación con las mafias de Wilmer Ruperti, todo lo que tenía que ver con el traslado de los buques petroleros que salían desde los puertos de Anzoátegui, sin obviar los grupos clandestinos (civiles y militares) que se han encargado durante este tiempo en solidificar la industria del contrabando de combustibles en esta zona de la geografía nacional, cuyo punto delincuencial ha estado centrado hacia Trinidad y Tobago, Guyana e islas del Caribe.

“El zar de la faja”, como se le conoce a Pedro León Rodríguez, lo llevó a incursionar en muchas acciones ilícitas, aprovechando sus posiciones en la industria petrolera. Entre sus principales socios (y asumimos toda la responsabilidad en lo que decimos) se encuentran las cúpulas perversas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en especial de Anzoátegui y Nueva Esparta. De hecho, sobre el estado porteño, bastaría preguntarle al alcalde de Guanta, Jhonnathan Marín, o al prácticamente destituido gobernador insular, Carlos Mata Figueroa, cómo en ambos estados se hicieron múltiples templetes de bochornosas presentaciones con orgías de whisky (llamado mayor de edad), alcohol, drogas y sexo, deleitados por artistas internacionales pagados en dólares, bajo la firma de la empresa de “eventos y protocolo”, propiedad de la esposa del primero de los “representantes del pueblo”.

Igualmente, tendríamos que preguntarnos: ¿Por qué las autoridades contraloras nacionales, regionales o municipales jamás investigaron tanto derroche de dinero en el medio de una espantosa crisis económica y social? ¿De dónde salían los dólares para semejantes exabruptos de rumbas “revolucionarias”? ¿Quién les pagó en jugosos verdes a los artistas colombianos Jorge Celedón y “Maluma” presentados en Guanta y Porlamar, éste último, incluso denunciado por Diosdado Cabello, por “arroparse” al revés con el Tricolor Nacional”? Por cierto, irónicamente, el jactancioso primer “vicepresidente del PSUV, más nunca volvió a tocar el tema sobre el susodicho cantante ¿Sería porque su yerno, es decir, el cantante y novio de Daniela Cabello, también recibió su buena “tajada” originada con divisas petroleras en esos “espectáculos”?

Pero todo no queda allí. Héctor Rodríguez, siendo ministro de educación junto con Pedro León Rodríguez decidían a dedo la selección de las empresas que “remodelaban” o “ampliaban” las instituciones educativas de Monagas, Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta, llamando mucho la atención, que la mayoría de esas obras fueron sobrefacturadas y nunca terminadas. O en su defecto, las pocas que pudieron ser “concluidas”, tienen severas fallas en su infraestructura, (tenemos pruebas), al punto que se encuentran con problemas de filtraciones, deterioro acelerado en sus techos, rupturas de pisos, vigas y columnas, mientras curiosamente, la mayoría de quienes ejercieron y siguen ejerciendo las direcciones de zonas educativas de esos estados se desplazan en camionetas último modelo, cuyos precios de tales vehículos, sería impensable obtenerlas con salarios docentes ni porque llevaran el pago de toda una vida. ¿Será que Pedro León Rodríguez a través de sus testaferros compraba esos monumentales vehículos y recibía pagos en “especies”, especialmente cuando estaban vinculados con palestesia femenina?

El caso del “zar de la faja” también está muy vinculado con los actos ilícitos de la empresa brasileña Odebrecht, que actualmente es investigada por sobornos en varios países de América Latina, pero que en honor a la verdad, los supuestos 98 millones de dólares que directivos de la mencionada compañía, habrían pagado a corruptos de Pdvsa y el gobierno en Venezuela, resultarían una pizca de sal, al compararlos con el enorme desangramiento que han cometido en contra de la República.

Hoy, Pedro León Rodríguez está prófugo de la justicia venezolana. No me extrañaría que ya estuviera en el imperio, (al igual que otros tantos corruptos de este gobierno ramplón, lleno de delincuentes) dispuesto a “colaborar” en las múltiples denuncias sobre quienes aun estando en el poder, tampoco tolerarían mínima auditoría pública y ciudadana.

El desmadre de esta tragedia es que los corruptos de Pdvsa y de la nación se van hasta Estados Unidos y el exterior a vivir de lo que se han robado, conociendo que el madurismo y las autoridades “jurídicas” de nuestro país, nunca van a inmutarse en pedir extradición, porque al final, tal vez saben que les espera el mismo destino.

Los corruptos de Pdvsa, es decir, los malandros del madurismo, dejan a un pueblo sumido en la pobreza, la miseria, el hambre y la muerte, mientras ellos envueltos en hipomnesia terminan de vivir en exilio dorado su inocultable egomanía con el dinero de todos los venezolanos. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.


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