China, el “cochinito gordo” que Maduro no quiere perder

China, el “cochinito gordo” que Nicolás Maduro no quiere perder | Foto referencial

China, el “cochinito gordo” que Nicolás Maduro no quiere perder | Foto referencial

La gran potencia asiática inició una nueva etapa en las relaciones bilaterales cuando en el 2001, con el primer mandato de Hugo Chávez, se creó la Comisión Mixta de Alto Nivel China – Venezuela, con el fin de acordar decisiones entorno al desarrollo financiero y político. Sin embargo, no fue hasta el año 2007 que ambas naciones hicieron pública la estrecha relación que mantenían. 

China, la principal fuente de financiamiento económico para la ejecución de diversos proyectos en las áreas de infraestructura, transporte, minería, tecnología y otros, habría convenido con Venezuela la inversión de USD 6 mil millones que se cancelarían con el envío de 330.000 barriles de petróleo diarios.

Desde entonces, los rumores acerca de la deuda que sostiene Venezuela con el país oriental han surgido de diversas fuentes. 

En el año 2014, el entonces presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez, confesó que la suma total de la misma había aumentado, pero aseguró que la deuda no superaba los 20.000 millones de dólares, un incremento de 14 mil millones de dólares en un lapso de siete años.

No obstante, tan solo dos años después, Eulogio Del Pino, el actual presidente de Pdvsa, aseguró que la cifra de la deuda de Venezuela con China alcanzaba los USD 50 mil millones, de los cuales, supuestamente se habrían cancelado USD 35 mil millones.

China tuvo que acceder en la modificación del acuerdo inicial de pago, eliminando la obligación de enviar los más de 300 mil barriles diarios, con el fin de que pudieran ser vendidos a otros países y así cancelar más rápidamente la deuda que se sigue incrementando.

El financiamiento de China a Venezuela, sin embargo, no ha cesado. El pasado 28 de enero ambos países firmaron un acuerdo financiero para aportar al “desarrollo” del país que asciende a los USD 20 mil millones.

La evidente dependencia de Venezuela hacia el país asiático se ha hecho más notoria en los últimos cuatro años, y podría ser la principal causa por la que Maduro estaría recurriendo a la “regularización” del supuesto desacato de la Asamblea Nacional, puesto que sin la aprobación del Parlamento, ni China, ni otras instancias internacionales, concretarían los créditos necesarios para la manutención de la nación hundida en una severa crisis económica y con una inflación que cerró el 2016 cercana a 700%.

Con información de El Cooperante


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