Otro deshonroso récord para el Gobierno de Maduro: Venezuela entra en hiperinflación

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Venezuela entró formalmente en el terreno de la hiperinflación | Foto: Archivo

Venezuela entró formalmente en el terreno de la hiperinflación, convirtiéndose en la quincuagésima séptima economía en alcanzar la trágica distinción, al registrar en noviembre una tasa mensual de 221 por ciento (%) que ubicó al país petrolero de un solo golpe en el tramo medio de la Tabla Mundial de Hiperinflación Hanke-Krus.

Venezuela debutó con firmeza en el ranking, ocupando de un solo salto la casilla número 23 de las inflaciones más altas del mundo, siendo superada en América Latina solo por el 397% que se anotó Perú en agosto de 1990 y el 261% que padeció Nicaragua en marzo de 1991, según reportó el informe elaborado por Steve Hanke, profesor del Instituto de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, y su asistente, Charles Bushnell.

La tasa de 221% registrada para el mes de noviembre fue elaborada, pese a la inexistencia de cifras oficiales del país petrolero, cuyo Banco Central dejó de reportar los datos de inflación en diciembre del 2014, y consiste en un cálculo de la Paridad del Poder Adquisitivo del país basado en la tasa de cambio en el mercado negro, que es la única disponible para la gran mayoría de venezolanos.

Algunos economistas venezolanos rechazan el uso de la tasa del mercado negro para hacer cálculos de la inflación, agregando que ésta no refleja los precios de productos regulados, aún cuando éstos escasean y son muy difíciles de conseguir.

Hanke, sin embargo, resalta que la tasa cambiaria del mercado negro es el mejor indicador para medir la inflación en economías socialistas, y aquellas que muestran un alto grado de distorsiones causadas por un dominante control gubernamental.

Venezuela está ahora en el libro récord […] En este documento, nosotros enmendamos la tabla y agregamos a Venezuela en la Galería de Hiperinflaciones”, señaló el informe antes de detallar que el país petrolero cruzó la raya en diciembre del 2016, al cumplir con los requisitos básicos del devastador fenómeno económico, principalmente el sostenimiento por 30 días de un ritmo inflacionario superior a una tasa de 50 por ciento mensual.

El país sudamericano cumplió con ese requisito al mantener en noviembre una tasa diaria que promedió 3.96% durante el mes.

Además de Perú, Nicaragua y Venezuela, otros países latinoamericanos que aparecen en la tabla incluyen a Argentina, Brasil, Bolivia y Chile. Perú y Brasil aparecen dos veces en la tabla.

El gobernante venezolano Nicolás Maduro, quien enfrenta la más aguda crisis económica registrada en la historia moderna del país petrolero, hasta el momento ha evitado tomar medidas que podrían haber contenido el colapso de la economía venezolana, dedicándose, en cambio, a emitir decretos que han incrementado las distorsiones.

Hanke, uno de los más reconocidos expertos mundiales en el estudio de las hiperinflaciones, dijo que es difícil pronosticar cuál será el futuro comportamiento de los precios en Venezuela, pero agregó que la decisión de imprimir nuevos billetes con mayores denominaciones es un elemento que normalmente estimula la aceleración de la tasa.

De hecho, la inhabilidad de los gobiernos de agregar ceros a los billetes con la rapidez necesaria para alcanzar la inflación ha sido uno de los elementos que han ayudado a contenerla en algunas situaciones, señaló Hanke en una entrevista.

“Algunas veces estas hiperinflaciones pueden detenerse súbitamente, porque las impresoras no llegan a trabajar con la rapidez necesaria”, indicó Hanke quien ha asesorado a distintos gobiernos sobre cómo alcanzar la estabilidad monetaria.

“Eso sucedió en Yugoslavia en 1994. Yo vi eso. No podían agregar ceros a los billetes con la suficiente rapidez”, manifestó.

La hiperinflación de Venezuela es modesta en comparación con la alcanzada por Hungría en agosto de 1945 y Zimbawe en marzo del 2007, países que registraron tasas diarias de inflación de 207% y 98%, respectivamente.

Pero aún así, la reciente decisión de Maduro de introducir nuevos billetes de más altas denominaciones habrían de aumentar la presión inflacionaria, aún cuando esto ya era inevitable en un país donde el billete de más alta denominación, el de 100 bolívares, equivale solo a dos centavos de dólar en el mercado negro.

Lo que sí está siendo criticado ampliamente, es la decisión de régimen de dar solo tres días para retirar los más de 6,100 millones de billetes de 100 bolívares que circulan en Venezuela, con la amenaza de que estos dejarán de tener valor al término de ese plazo, dijo Russ Dallen, socio gerente de Latinvest Group Holdings.

“Eso es demencial”, comentó Dallen desde Miami, en referencia a la incapacidad de la banca venezolana de recoger en taquilla todos los billetes de 100 bolívares que circulan en Venezuela.

“Y lo peor de esto es que la gente de menores ingresos no tiene cuenta bancaria”, y en consecuencia son los que enfrentan los mayores riesgos de perder todo el dinero que poseen, agregó.

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