Venezuela votó en contra de cese de hostilidades en Siria

Sala de la Asamblea General de la ONU | Foto: EFE

Sala de la Asamblea General de la ONU | Foto: EFE

La Asamblea General de la ONU reclamó hoy un cese de las hostilidades en Siria y exigió a las partes del conflicto que protejan a los civiles y permitan que se les entregue ayuda humanitaria. El llamamiento figura en una resolución impulsada por Canadá y que recibió el respaldo de 122 países, la abstención de 36 y el voto en contra de 13 (entre ellos la propia Siria, Rusia, China, Irán, Cuba y Venezuela).

El texto, que no tiene carácter vinculante, llegó en respuesta a la situación de bloqueo que se vive en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia ha vetado hasta seis proyectos de resolución sobre Siria, en cinco casos con el respaldo de China.

A diferencia de las resoluciones del Consejo, que es el órgano que habitualmente se ocupa de los conflictos y el mantenimiento de la paz, las de la Asamblea General no pueden ser impuestas por la fuerza.

El embajador canadiense ante la ONU, Marc-André Blanchard, defendió que el objetivo del texto es mostrar la unión del mundo para decir “que las vidas de los sirios importan”.

“Debemos permanecer unidos y decir basta. Los civiles no son un objetivo militar, los hospitales no son un objetivo militar”, dijo Blanchard al presentar el texto ante los otros 193 Estados miembros de Naciones Unidas.

Para el diplomático canadiense, la guerra siria “se ha convertido en la vergüenza de nuestro tiempo”, pero es un conflicto que puede detenerse. La resolución demanda un “fin inmediato y completo de todos los ataques contra civiles” y el levantamiento de todos los sitios, incluidos los de Alepo.

Además, pide un cese de las hostilidades y que se facilite el suministro de ayuda humanitaria a toda la población necesitada. En el plano político, respalda un proceso de paz facilitado por la ONU y sobre la base de las conversaciones mantenidas durante los últimos años en Ginebra.

El gobierno sirio, mientras tanto, se mostró totalmente opuesto a la iniciativa y acusó a Canadá de atacar su soberanía. El embajador sirio, Bashar Yafari, defendió que la Asamblea General no debería abordar la situación en su país a menos que así se lo solicite el Consejo de Seguridad. También habló en contra de la resolución Rusia, el gran aliado de Damasco, para quien el texto tiene “importantes deficiencias”.

Entre ellas, un “énfasis acusatorio contra el Gobierno” sirio o una “simplificación de la amenaza terrorista”, señaló el representante ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, que también criticó que el llamamiento al cese de hostilidades no especifique que este no debe incluir a los grupos terroristas.

Churkin insistió en que la intervención de su país en Siria tiene como objetivo clave “aliviar la situación de los civiles” y combatir el terrorismo. El embajador ruso, sin embargo, dio a entender que para Moscú el grueso de los rebeldes son extremistas violentos que deben combatirse. “La noción fantasma de una oposición siria moderada se ha desplomado”, aseguró.

Varios de los países que intervinieron en el debate llamaron la atención sobre la situación en la ciudad de Alepo y urgieron a actuar para evitar un desastre aún mayor allí.

“Este es un voto para levantarse y decir a Rusia y (al presidente sirio Bachar) Al Asad que detengan esta matanza”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power. EFE


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