Fichas claves no electas irían al tren ministerial

Presidente Nicolás Maduro |Foto: Archivo

La primera decisión que tomó el presidente Nicolás Maduro, luego del resultado adverso del pasado domingo 6 de diciembre, fue pedirle a su tren ministerial que ponga sus cargos a la orden, con lo que iniciará una nueva etapa de “rectificación” profunda, de “sacudimiento”, sentenció, reseña Diario el Panorama.

Fichas claves para el chavismo que no resultaron electas integrarían, nuevamente, el Gabinete, tales son los casos de Jacqueline Faría, Ernesto Villegas, Blanca Eekhout, Andreína Tarazón, Nicia Maldonado, Freddy Bernal, entre otros.

El diplomático Roy Chaderton podría asumir la Cancillería, mientras que la ministra Delcy Rodríguez sería postulada al Tribunal Supremo de Justicia.

Un alto dirigente del chavismo opinó que donde se debe dar un giro es en el gabinete económico, pues ante la crisis se necesita un equipo altamente especializado en materia económica y equilibrio macroeconómico. “Que pongan economistas, técnicos, especialistas en el área financiera”.

“En el chavismo hay gente capaz de asumir esos roles como Jesús Faría, Ricardo Sanguino, Armando León o Ramón Lobo”, continuó.

El Presidente de Datanálisis y economista, Luis Vicente León, dijo a la agencia AP, que ante las dimensiones de la derrota que sufrió el oficialismo “se requieren cambios profundos en las políticas económicas y la incorporación de personas especiales en el gabinete para generar un ‘shock de confianza”.

Pero la necesidad de intentar un relanzamiento apelando a nuevos rostros se hace cada vez más inminente. Jesús Silva, abogado constitucionalista, expresó que “insistir en el reciclaje puede ser peor para la revolución.

El Gobierno ha sufrido la mayor derrota política desde 1998. Aquellos que salieron electos que asuman su responsabilidad y los que no, dénle paso a otros que lo puedan hacer mejor”.

Entre los que mencionó Silva que podrían asumir el Ministerio de Finanzas están los diputados Faría o Sanguino.

Por su parte, el diputado electo por el Zulia, Juan Pablo Guanipa, opinó, al ser consultado sobre el tema, que “el Gobierno tendrá la posibilidad de reorganizar su gabinete, imagino que colocarán allí algunos candidatos a diputados que no fueron electos, y me atrevo a pensar que varios diputados que fueron electos no se van a incorporar al Parlamento y van a tratar de irse al Gobierno porque no quieren ser minoría”.

Pesos pesados del chavismo, que antes estuvieron en posiciones de poder, como por ejemplo, Diosdado Cabello, pasaría de la Presidencia de la AN a ser un parlamentario más, y así otros que presidían comisiones claves, como Pedro Carreño en Contraloría.

También desde la oposición, el secretario ejecutivo de la Mesa, Jesús Torrealba, que la compleja crisis económica que enfrenta el país por una desbordada inflación y severos problemas de escasez de alimentos y bienes básicos no se resuelve con “cambios de escritorios” sino con un “cambio de políticas”.

Con la opinión de Torrealba coincide Gonzalo Gómez, coordinador nacional de la corriente Marea Socialista: “El cambio de caras tiene sentido si hay cambio de enfoque. Tiene que haber una discusión en cuanto a cuál es el rumbo, si el Presidente se va a decidir por el golpe de timón que propuso Chávez o va a seguir como va.

De nada serviría cambiar personas si seguimos en la misma situación en que estamos. Lo primero que habría que anunciar son las medidas para aliviar la situación de la población y para responder a lo que acaba de ocurrir, que tiene sus causas allí, en la falta de acción del Gobierno, en la incapacidad para controlar la crisis, porque no puedes echarle la culpa a la guerra económica, que la hay, pero si no eres capaz de enfrentarla y sigues en la misma lógica, eres parte del problema”, puntualizó.

Desde Datanálisis, León aseveró que una  “rectificación no se hace cambiando gente. Las rectificaciones se hacen cambiando cosas, cambiando el modelo”.

De momento el Jefe del Estado no ha anunciado quiénes seguirán, ni quiénes continuarán en una movida de gabinete que todavía no se sabe si será un refrescamiento o un verdadero golpe de timón, especialmente, después de los resultados del 6 de diciembre.